Hola a tod@s:
Este fin de semana he tenido una experiencia para mí “nueva”
con la fibromialgia. Como sabréis los que me leéis, yo no sufro fibromialgia,
sino que es mi amiga Nina, la que la padece.
Estábamos tomando una horchata en mi casa, mi amiga, su hija
y yo, y mi amiga muy preocupada me decía que hacía poco le había pasado algo
preocupante, y era que ella quería decir “leche con galletas” pero realmente
decía “pan con galletas”. Mientras trataba de explicármelo en ambos casos decía
“pan con galletas” y fue finalmente su hija (mi sobrina putativa de 13 años) la que me lo
explicó.
Dada la impotencia de mi amiga para expresar lo que quería y
lo absurdo de su explicación, teníamos dos opciones: ponernos tristes o reírnos.
Cómo dice la canción de Peret, “es preferible reír que llorar”, así que acabamos las 3
desternilladas de risa y tomando leche con galletas (puse pan al lado por si
acaso).
Ya más tranquilas y relajadas estuvimos hablando de las fibroneblinaso fibroniebla (del término inglés “fibro-fog”) que son problemas cognitivos relacionados
con la fibromialgia que producen una cierta dificultad para pensar.
Los síntomas varían según la persona, pero, normalmente aluden
a momentos en los que se tienen lapsus de memoria a corto plazo, dificultad para expresarse o
encontrar las palabras adecuadas, transposición de letras y números, pérdida de claridad
mental, poca concentración y atención, dificultad para entender o retener lo que se
lee, perderse en una conversación al escuchar o hablar, distraerse con
facilidad, confusión, lentitud mental, etc. Qué os voy a explicar a vosotr@s.
Las causas que originan estos problemas cognitivos son tan
desconocidas como las de la fibromialgia, sin embargo, existen múltiples teorías
que podrían explicar el cuadro clínico:
◾Falta de sueño reparador.
◾Depresión o alteración del
estado de ánimo.
◾Volumen o flujo anormal de
sangre cerebral.
◾Distracción mental debido al
dolor.
Para tratar de controlar la fibroniebla, los expertos
recomiendan: - Reducir el estrés, la depresión y el insomnio, para así mejorar nuestras crisis de dolor.
- Pedir a nuestro médico que nos controle la medicación, por si puede estar causando alguno de nuestros problemas cognitivos
- Entrenamiento cerebral, ya que ejercicios de memoria, juegos de palabras y otras actividades similares nos ayudarán, de una manera amena y efectiva, a recuperar nuestras habilidades cognitivas afectadas.
Lo de hacer ejercicio (moderado y adaptado a la
fibromialgia) lo podemos probar. Os remito a entradas anteriores donde hemos
tratado este tema.
Hablar con nuestro médico es fundamental, siempre que
aparezcan nuevos síntomas. Él o ella decidirán si deben o no modular nuestra
medicación.
Lo del entrenamiento cerebral puede resultar hasta
divertido, así que vamos a ver algunos consejos para realizar este
entrenamiento y lograr que la fibroneblina nos afecte lo menos posible. No os
asustéis. No son nada del otro mundo pero ayudan:
- Repetir las cosas varias veces para recordarlas posteriormente. Vamos como cuando estudiábamos.
- Apuntar las tareas o lo que quieras recordar en un calendario, en una agenda o en post-it, en listas... Os aseguro que esto hay que hacerlo, aunque no se padezca de fibromialgia.
- Elige el mejor momento del día para aquellas tareas que precisen más concentración (normalmente es al inicio de la jornada, pero cada cuál es cada quién).
- Hacer ejercicios que precisen concentración y activen la memoria (crucigramas, puzles, leer, sopas de letras, sudokus, jugar a las cartas, a las damas, al ajedrez, la play… Lo que os guste y os estimule).
- Hacer ejercicio físico, por lo de mens sana incorpore sano… (me repito, pero todo el mundo lo recomienda, así que enviadme vuestras experiencias. Yo soy de la opinión de que bastante hago a lo largo del día para encima hacer ejercicio, pero…).
- Evitar distracciones innecesarias. Si os resulta difícil concentraros al hacer una actividad, evitad distraeros con la radio, la televisión… Si tenéis un lugar de trabajo mejor.
- No tratéis de hacer dos cosas a la vez. Haz lo que hagas, y fija tu concentración en un solo objetivo por vez. Olvídate durante las crisis de “matar dos pájaros de un tiro”.
- Tómate tu tiempo al realizar cada tarea. Como dice la canción “pasito a pasito, despacito”.
- No trates de hacer más de lo que puedas. Hoy estás mal. Haz lo estrictamente necesario y mañana será otro día.
- No está de más que aviséis a la familia y amigos con los que os vayáis a ver ese día que no estáis en vuestro mejor momento.
- Mantener una conversación ayuda a ejercitar la mente. No hace falta que sea muy profunda, tan solo que os concentréis en seguir el tema y en aportar vuestra opinión.
- Y volviendo al inicio de esta entrada, tratad de reíros de la situación. La risa relaja y puede ser vuestra mayor aliada. El optimismo siempre debe ser bienvenido. Además, técnicamente, la risa es considerada una forma de ejercicio. 15 minutos de risas = 30 minutos de abdominales y estamos en plena “operación bikini” 😊
Recordad que después de un día triste viene otro feliz, así que mucho ánimo y un abrazo a tod@s.
Fuentes: Articenter
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